Nunca llegué a pensar que un almuerzo derivaría en una nueva experiencia, y menos aún recién llegado de unas vacaciones. Rafa (el de la derecha), me propuso bajarme su barco desde el Mar Menor hasta Chiclana (Cádiz).Dada la baja actividad laboral del mes, Agosto, y la comprensión de mi socio, Pablo -al cual le doy las gracias también- decidí aceptar.
Carlos (izquierda) y Leo (centro), que venían desde Ibiza en el velero del primero, La Sultana, nos acompañaron en la travesía. Dada mi falta de experiencia marinera y la sobrada de Carlos (ha cruzado 2 veces el Atlántico, sólo), decidimos que yo navegara con él y Leo con Rafa. Nunca imaginé que aprendería tanto en esos 9 días, de cada uno de ellos y de muchos otros que nos encontramos en el camino.
Gracias a tí, Rafa, por brindarme la oportunidad, por tu positivismo desde que te levantas hasta que te acuestas, por tus "payasadas" con tal de hacernos reir y las miles de anécdotas de pirata que nos han partido la espalda de risa.
Lo mismo te digo a tí, Leo, que aunque no estés "internetizado", espero lo leas y sepas lo agradecido que te estoy a tí también por esa sonrisa perenne, esa cara de buena gente, ese cuerpo "cuadraooooo" que metías miedo en cada puerto que atracábamos y esos consejos que me han hecho plantear tantas cosas.
A tí, Carlos, por tantas horas de navegación y conversación, tantas charlas que, aunque no lo sepas, me han cambiado la vida. Tu experiencia, cultura y forma de transmitir y contar las cosas, han hecho que me plantee mucho. De hecho, y ya te lo contaré, en una de mis preocupaciones, ya he tomado medidas. Las charlas sobre la "felicidad", no sabes como me sirvieron y mi forma de afrontar la vida ahora es totalmente diferente. Esa tranquilidad y confianza que transmites a los que te rodean, procuro aplicarlas ahora sobre los que quiero.
Y también, a muchos otros que he conocido en el camino, sobre todo ese Sardi, que no se puede tener más arte y transmitir tanta alegría. Carlos y Leo, cuando lo veais por Madrid, dadle las gracias de mi parte.
Para terminar, a Rafa lo tengo aquí en Sevilla, pero a los otros dos madrileños, os quiero ver más a menudo por aquí. De todos modos, y dado que mis hermanos viven en Madrid, os buscaré en "La Sultana", ese bar tan maravilloso (un poco de publicidad, Carlos).
Gracias a todos.
