Mi mascota

Toda la vida hemos tenido perros, principalmente pastores alemanes. Algún chucho también se ha colado por "arte de magia" (mi padre lo veía en la calle y le echaba de comer). Con el trascurso de los años, decidimos no acoger ninguno más, ya que se les cogía cariño y luego, como diría "Er Beni de Cai" que en paz descanse, par jardín.

Hace años, llegué a la conclusión que tan sólo podía tener 2 clases de mascotas. Una, el elefante, dado que iba a durar más que yo y sería él el que me echaría de menos; y otra, un cerdo, pues que mejor forma de ahogar las penas que en un plato de jamón. Descarté la primera por espacio y sopesé la segunda por diferentes motivos.

Hace unos 5 años, cuando no se conocía esta raza de puercos, el cerdo vietnamita, decidí entonces que sería mi solución, dado que no llega a tener el tamaño de un cerdo tal cual y no es sucio. Un amigo, Igancio, me lo prometió (aún lo estoy esperando, pare) y por unos instantes fui el hombre más feliz de la tierra. ¡Yo y mi cerda vietnamita! Incluso me llegué a comprar un libro.

Cuando se lo contaba a la gente, me miraban con cara de asco. ¡Catetos!. Sin embargo, con los años, sale George Clooney con uno, y ese no es un puerco, ¿no?. ¿Pues sabéis lo que os digo?. Que quiero una cerda vietnamita y la acepto como regalo. Mi santo es el 3 de Diciembre y mi cumpleaños el 5 de Enero.

Y cuando digo "cerda", no es "cerdo", porque le voy a poner "Guarra". ¿Sabéis lo que voy a disfrutar cuando se me escape por las calles y yo la llame "¡ven aquí, Guarra!"?. La que mire....yo no quiero decir nada, pero se lo diré a mis amigos solteros.

El problema lo tendré cuando me independice, pero si hay que retrasar ese paso, ¿qué se le va a hacer? Por cierto, ¿alguien ha probado el jamón vietnamita?.