Perdón, blog

Me siento como un padre que ha abandonado a sus hijos, como una estrella que olvida a su público o como un empresario que se desentiende del negocio delegando en el siguiente escalafón.

Ni soy padre, ni estrella, ni empresario, ni na de na, pero me ha quedado muy bonito y lo que quiero es, tras vuestra demanda, pedir perdón por haber "olvidado" (sólo con palabras) este blog.

El tiempo del que no he dispuesto en estos meses, voy a intentar dedicarlo en estas fiestas. El trabajo, la carrera (como me gustó tanto la fiesta fin de carrera, he decidido matricularme en otra con el mismo fin) y el piano (no se admiten comentarios), han acaparado el tiempo de este "hijo" mío. Y del gimnasio también, que he puesto unos pocos de kilos y voy camino del comentarista de "La Sexta".

Así que nada, prometo dar más guerra en breve, polemizar un poco para calentar el ambiente e intentar haceros reir un rato, que tengo unas pocas de anécdotas de estos meses. Pero sobre todo, quiero vuestra participación en el blog, que siempre la mayoría me escribís a mí solo y los demás también necesitan vuestros comentarios para reirnos aún más.

Hasta pronto.